En oro alianzas somos joyeros desde 1964

Hoy empezamos con lección de ciencia:

Dice un proverbio chino que “el oro no puede ser puro, y las personas no pueden ser perfectas”. Y es que como marcan las reglas del Universo, nada es perfecto. La perfección simplemente no existe. Es más, sin la imperfección ni tú ni yo existiríamos. Solamente cuando hay imperfecciones empieza el movimiento en el universo.

Buscando esas imperfecciones -¿recordáis nuestra ultima entrada sobre el oro amarillo?- que nos mueven y nos hacen únicos, nació Oro Alianzas. ¿Cuándo? El mismo año que The Beatles ocupó por primera vez el número uno de la lista de éxitos en Estados Unidos con su canción I want to hold your hand. En ese mismo año, en Inglaterra, se creó la banda Pink Floyd. También fue entonces cuando Jerrie Mock se convirtió en la primera mujer en dar la vuelta al mundo por el aire. Por si quedaban dudas, en las efemérides de 1964 incluimos, cómo no, el inicio de lo que hoy es Oro Alianzas.

Dos generaciones de joyeros creando piezas que hablan por ti

Somos joyeros desde hace 58 años, dos generaciones intentando plasmar tu personalidad en una joya, pudiendo demostrar tu identidad a través de ella; buscando la perfección del gusto en la propia imperfección natural de su material. Haciendo, en la complejidad de lo simple, que se muevan las emociones. Una profesión que puede ser complicada de entender en esencia. “¿No es aburrido estar todo el día en el taller?” “¿No es monótono mirar durante horas la misma pieza?” “Al fin y al cabo todos los anillos son iguales”. Decía Warren Buffett que “si no entiendes de joyería, debes conocer al joyero”. ¡Cuánta razón!

No hay dos joyas iguales y mucho menos si buscas la personalización, tal como hacemos desde hace años en Oro Alianzas. El punto de partida, un boceto. Lo que sigue a continuación, las manos del maestro joyero. Su cariño moldeando cada pieza, su amor por cada joya fundido al oro; su talento y años de profesión y experiencia. Cuando moldeas con tus manos, creas de la nada, y no solo algo material. Un anillo, y más si hablamos de alianzas y anillos de compromiso, es mucho más que un círculo bien adornado. Es una entrevista contigo, es conocerte, es, incluso, saber más de ti de lo que saben otros. Es descubrir tus gustos, tus experiencias de vida; también tus secretos. Todo eso, es lo que luego moldeamos y creamos con nuestras manos. Lo tocamos, le damos forma y vida… ¡y te hacemos brillar! Como decía la diseñadora norteamericana Jennie Kwon “una joya tiene el poder de ser esa cosa pequeña que puede hacerte sentir única”.

En Oro Alianzas creamos joyas con una máxima: que las alianzas que elijas te enamoren y vuelvan a enamorarte cada día. Para ello, además de nuestro mimo y dedicación, creamos anillos personalizados al máximo, al precio de otros que no lo son, porque todos y cada una de ellos deben ser especiales y porque cada uno de vosotros merece su alianza soñada. Pero no solo eso. Buscamos, siempre, el mejor acabado y la mayor calidad porque “la joyería no está hecha para hacerte sentir rico y ostentoso, sino para adornarte de una manera delicada y con clase”. ¡La siempre sabia Coco Chanel! Delicadeza, calidad y clase. Tres cualidades que se unen a la personalización y a la esencia de cada anillo y alianza. Un todo en uno.

Para gustos colores, para alianzas estilos

“La vida es una fiesta, viste para ella”. No queremos que nadie falte en la fiesta de Audrey Hepburn, así que en Oro Alianzas tenemos otro gran compromiso con vosotros: ofrecer una amplia variedad de joyas y anillos a todos los que, por vuestra ubicación, no os es posible tener más opciones de elección. Llegar a vosotros, con el más amplio abanico de posibilidades y la mejor joya. Y como no todos somos iguales, no tenemos el mismo estilo ni los mismos gustos, en nuestro taller damos forma a todos los gustos y a todos los estilos. Por un lado tenemos a los novios más tradicionales que buscan lo clásico, lo que nunca jamás pasa de moda. Por otro, los más arriesgados, los que quieren ir un paso más allá, los que desean que sus alianzas reflejen al máximo su relación y personalidad.

Ya lo decía Elizabeth Taylor: “Me encanta llevar joyas, pero no porque sean mías. No puedes poseer el brillo, solo puedes admirarlo”. Nosotros comenzamos admirando ese brillo en el mismo momento en el que te conocemos. Lo seguimos viendo mientras hacemos tu anillo y lo volvemos a ver cuando tú lo ves, el mismo día que te entregamos tu joya.

Cuando nos preguntan qué es lo que más nos llena de nuestro trabajo siempre respondemos lo mismo: “diseñar y crear una joya con nuestras manos que mueva las emociones, tal y como lo hace el Universo en su imperfección. Crear anillos, delicados y con clase, que tengan el poder de haceros sentir únicos. Joyas que nos vistan en esa gran fiesta y que brillen haciéndonos brillar”.